Qué ver en Nantes
19/04/19
Nantes es la ciudad portuaria donde antiguamente llegaban los barcos repletos de esclavos. También es el lugar de nacimiento del gran Julio Verne, escritor afamado por sus historias fantásticas y donde podemos visitar un museo en su honor.
Desde Bilbao llegamos en una hora. Para ir al centro desde el aeropuerto tenemos el Navette bus Airport que te lleva por 9 -euros en media hora, tenemos taxi (25/30-euros) o bien puedes bajar al hall 1 coger el bus 48 y bajarse en Neustrie y coger el tranvía 3 todo por 2-euros (una hora de trayecto). Cogemos el bus y tiene tres paradas, en la estación de bus/tren, en la torre Lu y en Commerce. Nos bajamos en la segunda parada y en 4 minutos estamos en el Inter Hotel. Dejamos maletas y empezamos el recorrido por el Castillo de los duques de Bretaña.
Rodeamos el edificio y seguimos todo recto hacia la zona de Machines de L´ile. Pasamos por Place du Bouffay y por la Place du Commerce donde vemos cómo colocan las estatuas gigantes de piedra encima del edificio principal.
Atravesamos el río Loira y tras rodear al palacio de justicia vemos el edificio original llamado Manny cuya fachada es espectacular.
Vemos también un paso de peatones distorsionado y un restaurante en forma de tienda de campaña india. Es zona artística y finalmente llegamos al edificio de las Machines.
La zona que vamos a ver es un espacio cultural creado por dos artistas procedentes del espectáculo callejero. Mezcla los mundos inventados de Julio Verne, el universo mecánico de Leonardo da Vinci y la historia industrial de Nantes. El emplazamiento es en una zona dedicada a los astilleros, se pueden ver las grúas gigantes que no han quitado para recreo de los turistas.
Vemos en primer lugar el elefante, una máquina de 12 metros de altura de acero y madera que se mueve por la explanada echando agua por su trompa para deleite de turistas y niños. El viaje en las máquinas va desde los 3-euros hasta los 8,5-euros ( depende si quieres con acceso a las salas de las otras máquinas). Hay bastantes colas y se puede reservar con antelación. Nosotras inspeccionamos la zona y nos vamos al Carrousel.
Observamos cómo encima del mismo ruedan unos cochecitos muy originales.
Visitada la zona, vistas unas mini canastas, un barco de acero y paseada la galería nos vamos de nuevo cruzando el río y empezamos a seguir la línea verde. Nantes se puede descubrir siguiendo una línea verde que han marcado en el asfalto y te lleva a recorrer toda la ciudad.
Subimos hacia el Course de Cambronne, un jardín con setos cuadrados y una estatua central, así como otra muy curiosa a un lado de la que os pongo foto, es un homenaje a la transgresión. Es un estudiante encaramado a un pedestal vacío.
Seguimos hacia el museo Dobrée que al parecer era un colegio irlandés. Es un edificio precioso y sus árboles son singulares. En la fachada hay osos a modo de gárgolas y vemos cómo la gente se tumba en sus jardines a leer, descansar o comer algo a modo de picnic.
Seguimos ruta hacia el museo de historia natural cuya fachada es una preciosidad. No se aprecia en la foto pero tiene vidrieras con dibujos de colores.
Caminamos hacia Opera Graslin y vemos la plaza Graslin donde hay un restaurante llamado La Cigalé espectacular. Merece la pena ver el art decó que inunda sus paredes y techos.
Además puedes parar a comer dado que sus precios son asequibles. Compramos en una tienda colindante un refresco y una botella de agua (4-euros todo). Lo siguiente a visitar es Passage Pommeraye, un edificio que recuerda a las grandes galerías de Milan.
Tiene estatuas muy chulas y una decoración peculiar. Pasaremos ahora por Plaza Royale y entramos en la Iglesia de San Nicolás.
Nos sentaremos a comer unos bocatas que traíamos para comer y subiremos a la Torre Bretaña tras pagar un euro.
Merece la pena subir para ver el bar Le Nid, donde vemos una cigüeña tumbada y huevos a modo de sillas.
Las vistas son espectaculares, además hace un gran día. Se ven las chimeneas y llaman la atención. Seguimos la línea verde hacia el mercado de Talensac que está cerrado y pasamos por L´Erdre. No tenemos fuerza para ir a la Ile de Versalles donde hay un precioso jardín japonés. De ahí vamos a la Plaza San Croix y vemos la iglesia con ese mismo nombre.
Entramos y están en misa. Subimos las calles comerciales hacia la Catedral San Pedro y San Pablo y al rodear vemos la Puerta de San Pedro.
Hacemos una pausa en el hotel para descansar un poco y tras reponer energía con algo de fruta volvemos a la carga. Vamos al jardín des plantes que es singular, está muy bonito y muy cuidado. Tiene un jardín de camelias, invernaderos, zonas verdes con lagos, arbustos con formas..
De ahí vamos a ver la Iglesia de San Clemente.
Regresamos por la calle del hotel y nos encontramos ya con mi hermano que acaba de llegar de Suiza. Como él no ha visto nada hacemos recorrido de nuevo por la torre Lu,
el castillo, las distintas plazas, el colegio Irlandés y el museo de historia. Al lado de la torre tenemos la fábrica de galletas Lu ( Lieu Unique, lugar único).
Decidimos cenar en Ker Breizh, una crepperie. Estos restaurantes no faltan en esta zona y por 25,30 comeremos tres creppes salados y dos dulces. Todo exquisito y muy recomendable. Al creppe salado se le llama Gallette y son riquísimas. El restaurante está en el 11 de Rue l´Héronniere.
Volvemos andando por Pz. Commerce y por Pz. Bouffay, vemos el ambiente increible. Hay muchísima gente joven en las terrazas pero a nosotros no nos quedan fuerzas de nada. Nos vamos a descansar.