Qué ver en Praga
Abril 2008
Salimos de Madrid y en tres horas llegamos a Praga. Hemos cogido un viaje organizado con Travelplan a través de Halcón Viajes. Haremos Praga, Viena y Budapest. Vamos 10 amigos.
Visitaremos esta ciudad que es capital de la República Checa y que es una de las grandes ciudades centroeuropeas con un rico patrimonio histórico y artístico. Destacan las fachadas barrocas de sus viviendas y da gusto callejear por los barrios señoriales. Está llena de palacios barrocos y bonitas iglesias. Le llaman la ciudad de las 100 torres.
La primera noche nos llevan al Hotel Quality.
Qué ver en un día en Praga
Nos montaremos en metro en la parada MUSTEK MUSEUM, STAROMESKA, STRANISKA. El billete cuesta 26 coronas y sirve para 90 minutos los fines de semana y 75 minutos entre semana con derecho a todos los transbordos que quieras. Hay que validar previo a la subida. Los taxis a coger son los de la triple A, hay otros pero son ilegales. La visita comienza diciéndonos que Praga se dividía en cuatro ciudades y el hijo de Maria Teresa de Austria ( Jose II las unió). Praga nació en 1783 y quedaron dos ciudades a la derecha del río Moldava y otras dos a la izquierda. Hoy visitamos la ciudad nueva y vieja por la mañana y el castillo y la pequeña por la tarde.
Lo primero que vemos en la ciudad nueva es la torre de la pólvora, el edificio de Bellas Artes y la casa municipal.
Vemos la madona negra en la fachada de una casa ( pegando al Museo del Comunismo).
Paseamos el mercado de la fruta hasta la Universidad de Carolina y llegamos a la Plaza de Wenceslao con una estatua ecuestre. Allí está el museo nacional. Esta es la plaza de la ciudad vieja con su monumento a Jan Hus.
Vemos la casa del minuto con una fachada impresionante.
La guía nos hablará de la primavera de Praga y la época comunista. Las celebraciones se hacen en esta plaza desde que surgieron los primeros cambios políticos. La plaza es del siglo XIV y de estilo barroco. En esta plaza surgió la zapatería Bata, franquicia conocida por todo el mundo. Antiguamente una muralla dividía por esta plaza la ciudad nueva de la vieja. Nos cuenta ahora la revolución del terciopelo, se llamó así porque no hubo violencia y los estudiantes salieron en protesta (1989).
Ahora veremos el reloj astronómico. De camino nos va contando que los productos típicos que se pueden adquirir son cristal de bohemia, porcelana, cerámica, el granate, marionetas.. Dice hay tiendas de matriuskas y de ámbar pero esto no es típico de la ciudad.
Llegamos a la plaza y vemos ese precioso reloj de 1410 donde al parecer quemaron los ojos al relojero después de hacerlo, con la intención de que fuera único en el mundo. Hubo un tiempo en que no funcionó y este después de lo que le habían hecho, se negó a arreglarlo por venganza.
Esperaremos a que de la hora y ver el pequeño espectáculo donde todos los turistas nos quedamos embobados viendo los apóstoles en movimiento y al gallo cantar.
En esta plaza está la casa del famoso Franz Kafka, vemos la iglesia de San Nicolás y el palacio desde donde se anunció el comunismo.
Seguimos el periplo por el barrio donde estaba el gueto judío ( es la calle de al lado de la Iglesia de la casa de la Campana de Piedra).
La calle estrecha es donde estaban los palacios renacentistas y las prostitutas.
Veremos el teatro verde, la Iglesia de nuestra señora de Tyn que sale en todas las portadas de las guías a modo de reclamo.
Nos movemos hacia una plaza pequeña donde nos sorprende la Casa Rott y un pozo renacentista.
Pasaremos después por un cementerio que se ve por un agujero. Iremos a la Biblioteca nacional, vemos el Klementinum que tiene cinco patios y salimos a la calle Karlova y llegamos al famoso puente de Carlos IV.
Uno de los patios de Klementinum es San Salvador y se ve la capilla de los espejos donde hacen conciertos. El patio de San Francisco es el de la entrada del puente. En esta entrada está la casa de Bellas Artes llamada Rudolf Firum y al otro lado está la sala de conciertos Smetana. Estamos en la plaza de Jean Pala.
Damos un cortito paseo por el puente y allí nos cuentan que arrojaron a San Juan de Nepomuceno al agua. Hay que pedir un deseo tocando con la mano izquierda una estrella y con la derecha el pie tiene que tocar una zona dorada.
Ahora recorreremos el barrio judío, vemos la sinagoga y su cementerio. Nos montamos en bus y vemos la embajada, el palacio de Santa Ana, la catedral de San Vito, el castillo de Praga, las antiguas caballerizas, el jardín real..
Estamos pasando por una carretera que era la muralla antigüa que separaba las dos ciudades. A la izquierda queda el Castillo, la iglesia de San Roque y el Monasterio Strahov y el Loreto.
Vemos un palacio Barroco que es la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Vemos una casa famosa por su fachada, el que la diseñó colocó unos cuernos en la pared porque la dueña le puso los cuernos con él. Vemos el palacio del arzobispo y el palacio del presidente con su cambio de guardia.
Desde este punto hay unas vistas bonitas de la ciudad pequeña. Se ve la colina de los enamorados y una réplica en medio del parque de la torre Eiffel.
Comeremos en un restaurante llamado San Juan de Nepomuceno. Allí nos dan de postre becheroska que es una bebida típica digestiva, es licor de patatas, miel y limón.
Ahora nos dirigimos a la Catedral de San Vito ( gótica y neogótica). La guía nos explica que el famosos baile de San Vitor viene de un cristiano que echaron a los leones y no le consiguieron matar. Tuvieron que echarle en resina caliente para acabar con él y tanto se movía que se quedó así el dicho. Dentro de la catedral está la tumba de San Juan de Nepomuceno compuesta de dos toneladas de plata. Vemos la capilla de San Wenceslao con 7 llaves que custodian las 7 personas más importantes del país porque detrás está el tesoro más importante de Praga.
Al salir vemos el palacio real antigüo y la Basílica de San Jorge (románica y de fachada barroca, tiene algo de gótico y del renacimiento). Praga es un país de protestantes que se hicieron católicos a la fuerza.
Ahora veremos el famoso callejón de oro donde decían que los alquimistas querían encontrar la piedra filosofal. Allí vivían joyeros y es un espacio que surgió entre las dos murallas y a día de hoy tiene comercios y casas bajitas.
Nos haremos fotos en un jardín de tulipanes y nos cobran 9 coronas por ir al baño. Regresaremos al puente porque ya tenemos tiempo libre y paseamos por las tiendas de recuerdos. Regresamos en metro al hotel.
La guía nos llevará a un bar después de la cena donde tomarán cervezas y bretón, una especie de combinado con ginebra y Becherowska. Los bares son pequeños y por suerte nadie fuma.
Alrededores de Praga
A dos horas de Praga se encuentra el balneario Karlovy Vary. Es famoso por sus aguas curativas. Emprendemos la marcha y según vamos saliendo de la ciudad nos van contando que las construcciones que vemos las llaman Panelaki, son típicos edificios de la época comunista. También vemos de pasada el Ministerio de Justicia y el Castillo de Praga. Pasamos por el distrito siete con sus casas señoriales, embajadas y divisamos de lejos el Estadio. Hacemos una parada y nos dice probemos la tarta azul hecha con amapolas. Probamos una de chocolate pero está muy dulce ( y eso que yo soy muy golosa). Llegamos la destino y nos cuentan que este balneario es famoso en todo el mundo, pasamos por sus jardines victorianos y paseamos por las calles adoquinadas como lo hizo Beethoven, Bach y Goethe..
En este balneario hay 60 manantiales y 12 son curativos. Vemos el Grand Hotel Pupp donde se alojan los famosos y nos paramos en un puesto de obleas para probar.
Nos ofrecen tazas para comprar y beber aguas calientes curativas. Entramos en el Balneario Imperial y nos explican que hay fuentes de 72, 50 y 30 grados.
Vemos un geiser que alcanza los 12 metros de altura.
El agua sabe malísima, lleva muchos minerales.
Compramos cremas que dicen son buenas y nos llevan a una iglesia ortodoxa muy chula de color dorado y azul donde justo están en plena celebración.
Comeremos en Palacky y nos dejan tarde libre por si queremos disfrutar de los baños. Nos retornan a Praga y allí en una típica cervecería checa disfrutaremos con cánticos y bailables. Cenaremos codillo y brownie riquísimo. Ponen también el típico gulash. Después de esto iremos al teatro negro. Nos lo estábamos pasando tan bien que nos dio pena marcharnos. Si vienes a Praga tienes que ver una obra, nosotros vimos Alicia descubriendo Praga y haciéndose mujer. Nos gustó bastante.
·· Nos quedó la librería Strahov y la casa danzante.